jueves, 27 de junio de 2019

¿Demasiada energía en los niños?



Los niños y las niñas naturalmente tienen más energía que los adultos, este artículo desarrollara cuando es algo normal esperado y cuando hay algo de que alarmarse, así como de lo que puede hacer.


Los niños y niñas tienen gran cantidad de energía, requieren desarrollar sus capacidades motoras, por lo que requieren movimiento, saltar, correr, trepar, escalar, brincar, etc. Si el infante pasa una gran cantidad de tiempo sentado, como en la escuela, es esperable que requiera moverse al salir de ella, darle la oportunidad de hacerlo mejorará su desarrollo.

En mis últimos años en la facultad comenzó la moda del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, y mandaban a evaluación a una gran cantidad de niños y niñas con sospecha de dicho trastorno. Profesores, escuelas, madres, padres y abuelas, te referían que el menor tenía mucha energía. El trastorno de déficit de atención con hiperactividad ciertamente existe, y es un daño neurológico que hace que los menores afectados tengan menor tiempo de atención de lo esperado para su edad, así como mucha necesidad de mantenerse en movimiento, por lo cual, es requerido varias evaluaciones entre ellas las neurológicas con especialista.  En toda mi carrera profesional no he encontrado ningún niño con dicho trastorno, y algunos colegas mencionan que ellos apenas han tenido uno o dos con dicho trastorno. Si los casos del trastorno son tan pocos entonces, ¿qué pasa con el resto?

Los niños y las niñas por su desarrollo motor e intelectual requieren de mayor movimiento que los adultos, por lo que su energía es mayor, no obstante, nos encontramos en la actualidad con dos graves problemas: la ingesta elevada de azúcar y la sobre estimulación.

El azúcar se puede encontrar en gran cantidad de alimentos en cantidades no recomendables, incluso en los alimentos dirigido al público infantil sus cantidades no saludables. Lo invito a que lea las etiquetas de alimentos supuestamente saludable como es el yakul o el danonino, y se encontrará con la desagradable sorpresa de que tienen una cantidad inmensa de azúcar. Cuando pasamos al análisis de alimentos de consumo general la cosa se pone aún más crítica, jugos y refrescos con casi 15 cucharadas de azúcar por ración promedio, gelatinas con 4 cucharadas de azúcar por ración, hasta botanas con azúcar. Dando como resultado dos posibilidades: niños y niñas con mucha energía o embotados (el azúcar es tanta que provoca somnolencia excesiva), ninguna de las dos opciones recomendables.

Es recomendable que se lean las etiquetas de todos los productos para que este bien enterado realmente de lo que consumen sus hijos e hijas, evite productos procesados y prefiera azúcares naturales como los que provienen de la fruta. Si le va a dar productos con azúcar trate que sea en la mañana o en la tarde para que tenga tiempo de desfogar toda esa energía. Promueva la actividad física sin importar que edad tenga su retoño, se le dificultara menos dormir si corrió como chivo loco durante la tarde o jugo en el parque.

Otro de los problemas que nos encontramos en este tema es el de la sobre estimulación. Hoy en día, del ambiente recibimos muchos estímulos, ruido, imágenes, palabras, etc. Pero hay algunas que no ayudan a su desarrollo, sino que lo saturan y generan problemas a futuro. Uno de los más graves problemas en este rubro es la exposición prolongada a aparatos electrónicos, los adultos a su alrededor están pegados a estos aparatos y es frecuente enchufar a los pequeños, es más fácil dejar al niño o a la niña un par de horas viendo la televisión que jugar ese par de horas. Pero ¿realmente es tan dañino? La realidad es que si lo es, los teóricos de la psicología más estrictos recomienda que no se dé acceso a pantallas ni celulares antes de los 10 años, los más flexible concuerdan con los neurólogos que antes de los dos años se abstenga en absoluto la exposición estos aparatos, porque los niños requieren estímulos concretos y los que provienen de esos aparatos no lo son. Estas recomendaciones son también dadas por Asociación Americana de Pediatría (AAP). El niño o la niña reciben una estimulación que no puede procesar, sonidos, imágenes, conceptos que son demasiado para ellos. Además, que muchos padres y madres ni siquiera saben que ven los pequeños, para más orientación puede pasar a leer nuestro artículo de cómo evitar dañar a tus hijos con la televisión y las películas.

La atención y concentración de los pequeñitos varía mucho según su edad, en el primer año de vida es esperable que su atención dure unos minutos (2 a 5 minutos) y cambie constantemente. Para el segundo año de vida la atención puede duplicarse de 4 a 8 minutos, incluso a 10 min si le interesa mucho. En el tercer año de vida puede llegar a los 15 minutos, superándose ampliamente si el interese es mucho. A partir de los 4 años la atención aumenta hasta los 20 min, pero una capacidad de 8 minutos estaría dentro del promedio.  A los 5 años el promedio esta entre los 10 a los 25 minutos. Cuando se está en los 6 años es esperable una atención entre los 12 a los 35 min.  Como podemos observar la atención y concentración va en aumento, se mantiene en mayor medida si existe un interés por parte del menor, llegamos a ver niños y niñas pequeñas que pueden quedarse en una actividad durante más de 30 min, y en cambio a otros cambiar rápidamente cuando no les interesa. Si usted tiene dudas será mejor acudir con un especialista para que sea quien le diga si hay algún problema.

Como recomendaciones finales mantenga una rutina constante, las cosas se le harán más fácil, ya que tanto el cuerpo como el pequeñito se acostumbrarán a las actividades y los horarios, tendrá hambre y sueño en su horario fijo. También trate de realizar actividades para bajar el ritmo cuando se acerque la noche, contar cuentos o jugar con muñecos en el piso puede relajar las cosas, el correr y brincar por la casa puede hacer su tarea de ir a la cama más complicada porque lo estamos acelerando.

Evite los productos estimulantes como el café o el chocolate, en particular en la noche. Es una pésima cena un pan dulce con leche con chocolate, realmente le está dando una bomba de azúcar con un estimulante, es esperable que el pobre no pueda dormir. Mejor sustituya por unos pedazos de queso con pepinos, leche sola y una fruta.

Es preferible acudir con un especialista en caso de notar algo extraño que pasar por alto datos importantes.

En caso de tener alguna duda o consulta con gusto la resolveremos.
Psic. Alina Garnica


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