jueves, 18 de julio de 2019

Como mantener la igualdad entre todos los hijos e hijas



Antes de comenzar me gustaría aclarar que no es un artículo de equidad de género, más bien el enfoque es de igualdad entre hermanos y hermanas, ya sean solo hombres, solo mujeres o de ambos sexos.

Muchos padres y madres tratan de dar lo mismo a hijos e hijas, tanto en lo material como en el amor y las atenciones, pero eso no es del todo posible. Es difícil ser equitativo cuando los hijos e hijas son diferentes entre sí, tiene gustos diferentes y quiere cosas que varían mucho. En este artículo hablaremos de cómo hacerlo de una manera más eficiente.


Cuando era niña note que mi padre tenía el problema de que compraba cosas solo para una de sus hijas, no porque quisiera más una o a otra sino porque era su manera de hacer las cosas. Afortunadamente tuve una madre que trataba de compensar esos detalles, pero en realidad lo que más tranquilidad me dio fue lo que mi abuela me dijo, lo cual recomiendo ampliamente que se le diga a los niños y niñas. Lo que mi abuela dijo fue que todos tenemos nuestro propio lugar, perfecto para nosotros y que nadie puede quitárnoslo, siempre me imagine ese lugar como una parcela que existe en la cabeza de las personas y que es del tamaño perfecto para nosotros, es solo nuestra y que nadie puede quitarla o invadirla, y se crean parcelas nuevas para cada persona.  El saber que tienes un lugar en la familia y en los seres queridos da la posibilidad de estar más tranquila y no tener el deseo de pelear por un lugar.

Los padres y madres, así como abuelos y tías, pueden hacer mucho para tratar de mantener una igualdad entre los pequeñitos de la casa. En teoría lo recomendable es llevar un regalo para cada uno de los hermanos o hermanas, pero en la práctica esto es complicado. Debemos admitir que hay un pequeño o pequeñita que nos parece más agradable o que vimos algún regalito solo para uno de ellos, así que lo que podemos hacer para emparejar las cosas es tratar de llevar algo la próxima vez para él o las otras. No necesariamente tiene que ser igual o lo mismo, pero trate de ser equitativo, que te den un mazapán mientras que a tu hermano un automóvil, es algo gacho.

Hablar con cada uno de los hermanos o hermanas es importante en estas situaciones, saber que piensa y siente nos dará una idea de cómo manejamos las cosas.

En caso de actividades y tiempo que compartimos con cada uno de los infantes puede llegar a ser más complicado, regularmente hay uno que comparte intereses con nosotros o en su defecto que no le gusta lo que hacemos. Un tío futbolero llevaba a su sobrino a partidos de fútbol e hizo un lazo fuerte, mientras que el otro era un poco rechazado porque no le gustaba el fútbol. En estos casos podemos buscar un espacio en común, por más diferentes que seamos habrá algo en común que podamos compartir. La hora de la comida es un momento que podemos compartir en familia, y dar tiempo de escuchar a cada uno de sus miembros.

Involucrar a niños y niñas en actividades que hacemos, ya sea cotidianas o de diversión, es otra manera de enseñar habilidades y a la vez fomentar actividades juntos. Enseñar labores domésticas finalmente es tiempo que pasamos con nuestros pequeñitos poniéndoles atención. Compartir las actividades que a nosotros nos gusta puede propiciar que se despierte en los infantes una curiosidad o gusto, el explicar cómo escoger una tela para hacer una chamarra finalmente es tiempo en que prestamos nuestra atención.

Trate de fomentar las habilidades de cada uno de sus infantes, y dar oportunidad de realizar varias actividades sin importar el sexo, que sea él o la pequeña la que le diga que no quiere hacer eso, en vez de usted imitándolo. Si lleva a uno a baile o fútbol, trate de llevarlos a todos, este pendiente de escuchar y observar para saber si le gusta o no esa actividad. En caso de que no le guste dele otra opción. El pedir dejar ir a clases de baile por quedarse a ver televisión no es una alternativa, la idea es dejar baile por hacer otra cosa como clases de pintura.

Recuerde que cada individuo es único, sus hijos e hijas son diferentes entre sí, por lo que por más que haga el trato será variado para cada uno, la idea es tratar que el trato individual no genere competencia ni sensación de disgusto. Es una tarea difícil pero posible.

Psic. Alina Garnica.

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