Mucho de nosotros tenemos
hermanos y hermanas, con diversas relaciones, algunos nos llevamos bien y otros
mal, otros son como extraños y otros estarán juntos incluso para enterar un
cadáver. Las relaciones entre hermanos pueden ser muy gratificante pero también
muy desgarradora. En este artículo hablare de la competencia entre hermanos y
en particular un fenómeno que llamo el hermano “solecito”.
Los hermanos y hermanas son las
personas que en el mejor de los casos tiene una edad parecida a la nuestra, con
los que podemos ser cómplices y jugar, así como son los que mejor entienden
cuando nos quejamos de madres o padres. Pero también pueden ser víctimas de lo
mismo que nosotros, las locuras de nuestros padres y los daños que la familia puede
generan en los niños y niñas es compartida entre hermanos y hermanas
lamentablemente. A veces nos ayudan a salir del hoyo y a veces nos hunden más.
En general los y las hermanos
mayores se llevan la peor parte de la locura familiar, pero permite que los
menores puedan tener mejor perspectiva y movilidad, existe una gran cantidad de
innovadores y creadores que son hijos menores. Los de en medio tienden a ser
más excéntricos al querer resaltar. Los menores en general tienen una mayor
movilidad por la ayuda de los mayores, pero también tienden a ser más aguerridos
y necios para sobrevivir entre hermanos y hermanas molestosos, aunque a veces
son más consentidos por su estatus de pequeños.
Los problemas llegan cuando madre
y padre, y en general los encargados de cuidar a los niños y niñas comienzan a
compararlo. “Tu hermano es mejor portado”, parece una frase inofensiva y con
buena intención, pero puede llegar a calar en el interior de la persona. En
general recomendaría que se evitara cualquier comparación, incluso entre primos
o con compañeros de escuela.
Pero si le aumentamos que el
hermano o hermana en cuestión es un “solecito”, una persona agradable, bella,
talentosa, simpática, buena en la escuela, etc. la cosa se complica. Más cuando
uno siente que es el extremo contrario, desagradable, fea, sin talento,
antipática, etc.
En una primera instancia es tarea
de padres y madres hacer sentir a cada hijo amado y que no tiene que competir.
Mi abuela paterna nos dijo a muchos nietos que teníamos nuestro lugar, perfecto
para nosotros y que no necesitábamos pelearlo con nadie, nadie podía
quitárnoslo; por lo que el competir por atención o amor era inútil, teníamos
nuestro único y exclusivo lugar. Esa sensación que da esa explicación en un
niño o niña se mantendrá en la adultez.
Si por el contrario usted es un
adulto que tiene un gran problema porque un hermano o hermana, o varios de
ellos son “solecitos”, y usted en comparación es una basura, tal vez es momento
de hacer un análisis sobre qué tan real es esto. Como se podrá imaginar esto
tiene que ver con la autoestima, por lo que en hacer un autoanálisis de cómo
estamos en este tema es el primer paso para sentirnos mejor, amarse a sí mismo
es una base importante para proclamar su lugar en este mundo. Para continuar reconozca
sus propios logros, mantenerse vivo en estos tiempos ya de por si es gran
logro, pero no dudo que usted lector tenga unos cuantos más. No trate de
superar los logros del otro, será frustrante, aunque lo consiga, nunca será
ellos o ellas. Para concluir reconciliarse con sus hermanos o hermanas, aunque
sea en su imaginación, puede ayudarlo en este proceso, esto no quiere decir que
se lleve bien y acepte estupideces de sus hermanos o hermanas, quiere decir que
si su hermano o hermana es un maldito infeliz alejarse es lo más saludable,
parece contradictorio, pero a veces estar lejos es lo mejor para los
involucrados; pero si por el contrario su hermano o hermana es alguien amoroso,
comenzar de nuevo puede ayudar.
Si usted nota muchos problemas en
los pasos anteriores puede que necesite ayuda profesional, una psicoterapia a
veces nos da la posibilidad de una nueva perspectiva.
En lo personal tengo una hermana
“solecito”, muchos me compararon con ella y muchos continuarán haciéndolo.
Conseguir mi lugar en este mundo fue difícil y no tengo intención de soltarlo.
Sin embargo, ella abrió camino para mí y se lo agradezco mucho. Fue conveniente
hacer un proceso de reconciliación para poder estar bien, hoy en día le
agradezco a la vida por mi hermana.
Psic. Alina Garnica
Nota: Foto sacada del programa "los Teletubies".
Que bonito y que bueno que te reconciliaste con tu hermana y contigo misma
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