Los miedos del desarrollo son
miedos que aparecen a lo largo de la infancia que son esperables, pese a que
pueden no aparecer. La gran mayoría de los infantes presentan estos miedos en
edades parecidas, y con el paso del tiempo desaparecen o se superan. No
obstante, hay casos donde estos miedos se vuelven fobias por un mal manejo de
los cuidadores a cargo, para evitar esto explicare cuales son los miedos del
desarrollo y como se puede ayudar a nuestro infante.
De los cero a los dos años, los bebés tendrán
miedo o se sobresaltarán ante ruidos fuertes inesperados (gritos, timbre,
golpes), pérdida de apoyo repentino (al caminar que le soltemos de la mano o
movamos un mueble), separación de la figura cuidadora primaria (regularmente la
madre), desde los 8 meses la presencia de extraños. En esta etapa un consuelo
amoroso es suficiente para que el niño o la niña se tranquilice. Si observa que
al irse el cuidador primario y regresar pronto el niño o niña se tardan mucho en
calmarse (30min u horas), puede ser síntoma de que algo anda mal y será
conveniente ir con un especialista.
Al llegar la etapa de los dos a
los seis años se debilitan los miedos anteriores al haber una adaptación
natural, pero aparecen los siguientes miedos: a la obscuridad, animales
(especialmente grandes), amenazas potenciales de peligro (altura, fuego,
albercas, escaleras), seres imaginarios con componentes de realidad (fantasmas,
duendes, vampiros, el ropavejero), al dolor. Es común que los miedos de esta
etapa se vuelvan fobias en edad adulta por ser forzados los individuos a
enfrentar dichos miedos. Lo mejor que podemos hacer es tener paciencia a
nuestros niños o niñas y proporcionar consuelo. Los miedos a la obscuridad y
monstruos son una combinación de lo escuchado, lo asimilado y la posibilidad de
daño, por lo que decirle que no existen y son fantasía es un primer paso. No
son recomendadas a esta edad las películas de terror por estos miedos, pero
tampoco las historias de terror o leyendas, espere a que estén más grandes. En
la noche es conveniente que se coloque en el cuarto de los y las pequeñas una
lámpara que ellos puedan controlar ya sea de mano o en una mesa con fácil
acceso del niño, las luces de noche pueden ser otra opción.
De los 6 a los 12 años los miedos
se concentran en daño físico (golpes, accidentes, enfermedades), al ridículo y
desavenencia de los padres. A esta edad es conveniente enseñar medidas de
seguridad, pero considerando que estos miedos pueden llegar a ser irracionales
por lo que obligarlo a que se enfrente a ellos no es nada recomendable. La cosa
se complica cuando estos miedos se vuelven realidad y hay un accidente o daño
físico, el desarrollo de una fobia es muy probable, por lo que es recomendable
que se acuda con especialista lo antes posible para frenar posibles daños
futuros.
Cuando se llega a los 8 años
comienza el miedo a la muerte propia y de los seres queridos, ya que se
comprende la irreversibilidad de la muerte. Este miedo a diferencia de otros
nos acompaña por el resto de la vida.
A partir de los 12 años los
miedos se vuelven más al rublo de lo interpersonal y de la aceptación de los
otros. En este momento la mejor herramienta son las relacionadas a la
autoestima y habilidades sociales, por lo que en caso de que nuestro retoño tenga
deficiencias o dificultades podemos apoyarlo buscando talleres, pláticas o un
apoyo psicoterapéutico con un especialista.
En esta sociedad se tolera más
que las niñas tengan miedo que los niños, no obstante, como seres humanos
sentiremos miedo en varios momentos de nuestra vida. Sentir miedo es normal, permita que su hijo o hija exprese que tiene miedo, no lo minimice ya que para ellos es importante ser escuchados y contenidos, de lo contrario puede ser
perjudicial para ellos.
Esperando que sea de su agrado y
utilidad.
Psic. Alina Garnica
Recuerde seguirnos en este
especial de miedos que constara de varios artículos.
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