El otro día una amiga
me dio un consejo de muy buena fe, me molesto mucho y ni le conteste el
mensaje. Lo que me hizo en reflexionar en el tema. En varias ocasiones hemos
recibido consejos no pedidos de buena voluntad que nos molesta mucho y nos da
por decir: Este quien le pregunto o muérete.
Pero ¿por qué nos genera molestia estos consejos? Porque es
un problema o conflicto que nosotros no aceptamos que tengamos, si nos lo están
diciendo es bastante probable que tengamos ese problema, pero para aceptar un consejo
requerimos asumir que tenemos ese problema, lo cual no estamos dispuestos y por
lo tanto nos molesta ese consejo.
Al pedir activamente un consejo a un amigo o un familiar nosotros
vemos que tenemos un problema y que además no podemos resolverlo solo, ya sea
que pongamos en práctica el consejo dado o que solo lo ignoremos, somos nosotros
los que lo solicitamos y estamos más dispuesto a escuchar sugerencias.
En mi experiencia pese a que esa persona tiene el problema y
nuestro consejo podría ayudarle bastante, yo le sugeriría que se abstuviera de
decirlo, reflexione si a usted le gustan esas intromisiones no pedidas y decida
si por más buena voluntad que tenga ¿se lo pidieron?
Consejo no pedido, consejo podrido.
Evítese problemas con el prójimo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario