Una recomendación para superar una crisis es el regresar a
la normalidad, volver a la rutina para continuar con nuestras vidas. El
problema que esto conlleva es que estamos en un país donde se oculta, minimiza
y se entierra las cosas con sistematización.
El pasado 19 de septiembres en México se vivió un sismo con
consecuencias devastadoras, estructuras colapsadas, muertos, desaparecidos y
rapiña, aunándose al sismo anterior que afecto a Chiapas y Oaxaca, acentuando
la crisis y la corrupción. La sociedad civil salió a ayudarse entre sí,
mientras vivíamos la vil corrupción en todo su esplendor, no obstante, la gente
se organizo para que la ayuda llegará.
A casi dos semanas del sismo, la normalidad en algunos
puntos comienza, los lugares menos dañados regresan a clases, los trabajadores
a pesar de sus protestas se integraron al trabajo y la cotidianidad fluye. Lo
preocupante de todo esto es la historia de eventos y crisis que parece no pasaron
nunca, asesinatos, desapariciones, violaciones, robos, corrupción, enterados
como si no los viéramos. El olvidar y continuar no nos ha funcionado, seguimos
en el mismo foso de mierda, ¿Acaso eso es lo que queremos?
En lo personal me siento frustrada al saber que mucha gente
sigue sin un techo sobre su cabeza a pesar del paso del tiempo y las
autoridades con todos los recursos y donativos no piensan hacer nada, me pongo
en los zapatos de esa gente que nos puede pasar a cualquiera de nosotros y realmente
no se qué hacer. La ayuda que yo puedo brindarles es mínima y no solucionará su
situación.
Algunos hablan de las elecciones que podremos manifestar nuestra
inconformidad y deseos, pero en el sismo 85 con la desgracia e indignación se
robaron con toda impunidad la elección presidencial del 88.
El olvido es algo continuo a lo largo de nuestra historia, voltear
a otra parte parece fácil. El recordar a veces es duro, las heridas aún sangran.
Lo que desde mi trinchera hoy puedo hacer es recordar y reiterar que aún está
en nuestra memoria: Guardería ABC, desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa,
Feminicidios del Norte del país, periodistas desaparecidos o asesinados, matanza
y desaparición del 68, El caso Pemexgate y amigos de Fox, Casa Blanca,
Fobaproa, curas pederastas, entre otros miles de casos más. Recordar es el
primer paso para no permitir que vuelva a pasar.
Si olvidamos nuestros errores estaremos condenados a
repetirlos.
Psic. Alina Garnica
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