La tercera edad o vejez es como comúnmente se llama al
periodo a partir de los 60 años, no obstante, un geriatra fantástico decía que
la gente presentaba características de esta edad desde los 55 años.
Las personas actúan de diversa manera con respecto a esta
edad. Mi madre se tardo dos años en sacar su credencial del INSEM mientras que
mi padre al otro día de cumplir 60 años ya la tenía.
En la tercera edad es cuando la factura de cómo hemos
llevado nuestra vida empieza a ser más patente por la disminución en la
regeneración celular. Desde los 40 años comenzamos a ver algunas cosas como que
nos duele las rodillas o la cadera, que las consecuencias de beber en exceso
duran días, y efectivamente son facturas del modo de vida que hemos llevado.
Las enfermedades son comunes, después de una vida en la que
comimos lo que pudimos, no hacemos ejercicio y cometimos muchos excesos, el
cuerpo empieza a fallar. Las enfermedades crónicas degenerativas como la
diabetes o la hipertensión nos caen como consecuencia de nuestra loca vida. Si
creíste que desayunar un tamal y comer tacos no iban a generar daño, estás muy
equivocado. Las articulaciones, huesos y músculos se quejan. Lo bueno es que
aún podemos mejorar nuestra calidad de vida, es difícil porque llevamos muchos
años con un estilo de vida poco saludable, pero hay gente que comenzó a
realizar ejercicio a esta edad y gano carreras.
Existe una gran cantidad de mitos sobre la 3° edad y mucha
gente teme llegar a ella. Dentro de las creencias más arraigadas es que se
afecta la memoria, pero en investigaciones recientes se encontró que se
conserva, si tú has tenido buena memoria es bastante probable que en la 3° edad
la conserves. También se ha encontrado que para tener buena memoria es
conveniente que la ejercites desde joven, leas y estudies, en pocas palabras,
tengas una vida intelectual activa. La memoria se ve afectada cuando hay
presencia de demencias, una patología que afecta el cerebro.
La 3° edad se característica por perdidas y duelos, una gran
cantidad de gente se jubila en ese momento, aunque más adelante quien sabe si
podamos jubilarnos. La gente al jubilarse no solo deja de trabajar y por lo
tanto cambia su estilo de vida, también pierde los contactos con las personas del
trabajo, su rutina cotidiana y parte de sus ingresos. Para poder estar bien
ante la jubilación es conveniente tener un plan de acción para después, planear
que hacer con ese tiempo nos permite tener en mente a que dedicaremos nuestros
días. Una profesora de la facultad platicaba que su madre quería divorciarse de
su padre después de que este se jubilo porque ya la tenía harta, todo el día se
la pasaba detrás de ellas criticando lo que hacía, así que la solución fue
darle tareas que hacer a su padre para que se mantuviera ocupado. Una magnífica
idea ya que se mantenía ocupado, hacia arreglos en casa su casa y en la de sus
hijos, además que lo motivo a aprender cosas nuevas.
La motivación para
aprender cosas nuevas decae bastante, ya que no ven sentido, pero una vez que
encuentran una razón para aprender, su capacidad es comparable con la que se
tiene cuando se es adulto. Las dificultades que se enfrentan los adultos
mayores al incorporarse al aprendizaje son
el desconocimiento de las tecnologías. Mientras muchos de nosotros
aprendimos cuando íbamos creciendo a utilizarlas, la gente de la tercera edad
lo aprendió cuando ya eran adultos.
El tiempo libre que se obtienen con la jubilación se puede
dedicar en múltiples actividades, visita a museos, deporte, talleres,
voluntariado, escritura y lectura, entre otras.
Otro duelo que se vive en esta edad es la gente con la que
se convive, parejas, amigos, hermanos, etc. La muerte en todas las edades es
factible, pero es cierto que es más frecuente en la vejes. Mientras avanza
nuestra vida las generaciones se van muriendo, abuelos, padres y tíos, y
finalmente la nuestra. Sabemos que nuestros amigos se murieron, compañeros de
trabajo, vecinos de la edad, y nuestra pareja. La muerte se siente que se
acerca y esta a la vuelta de la esquina. No obstante, es importante continuar
manteniendo una vida social activa, conociendo gente nueva y participando en
actividades organizadas para la 3° edad.
La constitución familiar cambia en este momento de la vida,
los hij@s ya están adultos y con
frecuencia se van de casa, aunque como está la economía en esto días ya no se
puede. En muchos casos llegan nietos o hasta bisnietos. Pero el estatus de la
persona en la casa deja de ser el padre o madre, proveedor y autoridad, para
convertirse en un igual o hasta en alguien al que se apoya. Los cambios en la
familia pueden generar problemas, ya que el anciano no desea dejar el estatus
anterior pero el decir que hacerle a un hijo cuarentón casado y con hijos como si fuera un
adolescente a nuestra tutela no es lo más sano ni recomendable.
Los ancianos en nuestros días tienen el lamentable problema
de no ser considerados en esta sociedad, son considerados como laboralmente
indeseables. La gente de la 3° edad suelen ser más lentas en sus actividades,
pero regularmente son más cuidadosos. En los anuncios de trabajos vemos que la
edad máxima es de 45 hasta 35 años. Además de que las normas de belleza social
nos indican que para ser hermosa o guapo debes ser joven y sin
imperfecciones. En cuestión de urbanidad
estamos fritos, ya que en la ciudad no hay lugar para los ancianos, escaleras
inmensas, cruce de calles mortales, y los espacios recreativos para ancianos
son limitados.
La 3° edad es considerada en la teoría de Erikson como la
etapa de Integridad frente a desesperación. Los ancianos podaran si sus vidas
han cumplido con sus primeras expectativas. Aquellos que voltean para analizar
lo acontecido en su vida y se dan cuenta que lograron lo que se propusieron y su vida tubo un
sentido, tendrán un sentido de integridad. Quienes no ven sino una serie de
elecciones equivocadas, perdida de oportunidades y que su vida no valió la
pena, sentirán una desesperación. En mi experiencia la manera de cambiar de la
desesperación a la integridad es a través de procesos de psicoterapia.
Por lo anterior mencionado las enfermedades como la
depresión están presentes en esta edad y es recomendable que se acudir a una
consulta psiquiátrica.
La buena noticia es que si llegamos a la 3° edad somos
afortunados de vivir más tiempo, existen condiciones especiales en muchos
países para la vejes y los descuentos de las tarjetas de la 3° edad son buenos.
Así que vaya y saque su tarjeta del INAPAM si esta en México y disfrute su vida
lo más que pueda.
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